quarta-feira, 19 de outubro de 2011

Pedro Gadanho_Casa Baltazar



 












En un paisaje con vistas hacia el río Oporto y uno de sus muchos puentes, una cáscara de piedra -con una arquitectura pobre e incomprensible excepto si es considerada en términos puramente económicos-, con escasas y poco generosas aberturas, aguarda ser transformada en materia sumamente deseable.
El área habitable es mágicamente triplicada bajo la misma azotea que se amplía hacia arriba y hacia abajo. Atractivas figuras geométricas y coloridas se apoderan de un marco que rebosa blancura y contrasta, y ambos se oponen a la imagen exterior de la construcción. Una escalera parecida a un tornillo sin fin perfora la casa hasta transformarse en una claraboya. Distintas aberturas han sido reducidas al suelo para dejar entrar las poderosas vistas en intervalos desiguales.

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